12.05.2006

Inferno

Salgo de mi casa después de las 20:00. Es viernes entonces se respira un olor a frenética actividad humana, puestos de arepas, panaderías, las tiendas están abarrotadas de gente que bebe cerveza como si no hubiera un mañana. Es probable que no lo haya. Camino unas cuadras y tomo una buseta hacia el centro. Hedía espantosamente, un olor acre se suspendía en el aire como una niebla toxica. Joder, olía a culo, a obrero poco aseado, no tengo nada contra los obreros pero la higiene de muchos de ellos me espanta. A las pocas cuadras el ayudante del conductor, cuyo genotipo ya especifiqué, aunque en este caso era un muchacho no mayor de 15 años, nos pregunta a los únicos pasajeros, un tipo de unos 35 con una chaqueta de dril y gel en el pelo, y a mi, hasta donde íbamos “joder, dice centro, voy para el centro”. “ah, es que vamos varados”, me contesta. Nos devuelve el dinero, nos bajamos protestando y yo camino unas cuatro manzanas hasta la próxima avenida, a esperar el primer bus que pase. En el camino me topé con un grupo de adolescentes que, al parecer, salían de su grado de bachiller, prácticamente niños con corbata acompañados de adolescentes, casi niñas también, maquilladas como prostitutas, o mas bien como el cliché que se tiene de ellas, y vestidas con faldas increíblemente cortas para su edad y el frío que hacia. Finalmente pasa el bus, después de esperar unos diez minutos, pero el tipo resulta increíblemente lento y pocas cuadras después la rabia comienza a arder en mi estomago y murmuro por lo bajo blasfemias aprendidas hace una década. Al cruzar la avenida 30 se suben tres tipos por la puerta de atrás, yo hablaba por el móvil y uno de ellos, el que acercó a pagar, mira, no a mi, sino al puto teléfono. Yo lo miro, el idiota sigue hacia atrás y se sienta un par de puestos detrás mío.

Cruzando la 10ª una señora, que estaba sentada en la parte de atrás, corre hacia la cabina del conductor, algo gritaba pero no entendí que decía: volteo a mirar y uno de los tres tipos estaba forcejeando con un muchacho de unos 25, bien vestido y de buen aspecto, seguramente un galán en su barrio, y el tipo arremetía con un cuchillo mientras otro le gritaba al conductor que se detuviera o rompía el vidrio de alguna ventana. Los tipos saltan del bus antes de que este se detenga totalmente, el muchacho camina hacia delante y le digo, pregunta estúpida, “¿le hicieron algo?” el muchacho dice “si, me cortaron”, y se quita la chaqueta y del brazo izquierdo le manaba sangre como si fuera una puta fuente, golpeo con los nudillos en la ventana de la cabina y le grito al conductor “parce, rápido, que a este man lo chuzaron, a unos dos cuadras hay un Cai!” y el conductor se asusta y yo estaba aterrado de cómo sangraba el muchacho, en menos de tres minutos había dejado casi un litro de sangre regado dentro de la buseta, y no se me ocurrió vendarlo, puta mierda, tampoco tenia con que, y de alguna forma procuraba no acercármele, que no fuera a salpicarme la ropa. El conductor avanza las dos cuadras, no se si el cabrón aun esperaba que se subiera alguien porque seguía lento y yo gritaba histérico que el muchacho que iba a desangrar, abre la puerta de atrás y le grito a unos soldados que llamaran a una patrulla que acaba de pasar, que hay un tipo apuñaleado en el bus. El muchacho se baja, veo que tiene una cortada en la espalda, sobre el omoplato izquierdo, y otra en el costado derecho, aunque ninguna sangraba demasiado. A los pocos segundos aparece una moto de la policía, después otra, le preguntan al muchacho que le pasó, a mi no deja de angustiarme la forma en que sangra, los tarados le dicen que camine hasta el Cai, y el pobre desgraciado les hace caso. Un tipo valiente, caminar una cuadra después de sangrar de esa forma, subo al bus y veo los charcos de sangre brillante en el asiento y en el piso del bus, el conductor me sube a otro y me largo de la zona. El resto fue comer pizza, tres cervezas, medio paquete de Marlboro y Ladytron, pero eso es otra historia.

Y me doy cuenta que el infierno en Bogota no es un amanecedero en la avenida Caracas lleno de travestis donde los clientes hacen líneas de cocaína en la mesa, ni una pelea entre pandillas de el Quiroga y las Lomas, ni los baños de un rave donde un tipo se chuta heroína, ni la reunión de la junta directiva del Country Club, la ceremonia de santería en algún oscuro consultorio de un brujo en Chapinero o un container donde los indigentes fuman bazuco. O mejor, el infierno es una condición emergente en toda la ciudad, como si Bogotá fuera un trozo viviente y palpitante de él.


12 Comments:

Guillo Gómez said...

Ese infierno emergente...

¡Qué chimba, marica! Algo le dio a esta cabeza. Te quedo debiendo ese maldito flashback que por nano-segundos tuve, casi de novela negra:

* * *

Mi contacto se hallaba en Garden-City... :-) así me lo anunció el monje mendicante del plato de plástico que me vendió la yerba en una esquina de la novena con 22... Había algo de cables cruzados en "toda la circunstancia", mi aporte subjetivo en la conformación de la realidad se hallaba algo desconfigurado, & por lo tanto, el mundo adolecía de algunas inconsistencias que no obstante mi cerebro alcanzaba a compenzar.

Noté un comportamiento estraño en el canávico quiromante, & en segundos, cierta vibra que empezó a apoderarse del sumum de su cordillera neural & le hacía rechinar sus catorce dientes al extremo de arrancárcelos de las encías & desgranarlos sobre el basalto de la acera, le indujo un estado de descomposición acelerada... en par güevazos el hierofante ya estaba hecho costal de mierda...

* * *

¡Toca acabarla Bisklep!

Guillo Gómez said...

A tí lector: escribí preso del frenesí & tuve mis gazapos... ¡mala peste a la mala ortografía que se filtra cuando te amurás con el texto. Corregid los gazapos por favor! donde dice "compenzar", debe decir "compensar", donde dice "estraño", debe decir "extraño" & donde dice "donde dice" debe decir "debe decir"...

¡Te vi!

wintermute said...

Tranquilo Molibdenus, aca adolecemos, incluso, de ortografia, en cambio nos sobra el tiempo para seguir fundiendo neuronas en mares de materia necrotica.
Sobredosis del quiromante?
Salve papa Legba!

Addiction Kerberos said...

Todo es parte de lo mismo. Los puestos de arepas, el chorizo que chorrea, la botella de colombiana ardiendo. El olor a culo, el obrero que suda, el busetero inepto, los bachilleres y sus novias reggaetoneras que se visten como si estuvieran en Puelto Lico. Los buseteros, los policias idiotas, los rufianes, la víctima. El universitario que abarrota su cabeza con Gore, el ejecutivo que se desgasta botella tras botella. El brujo de chapinero y el adolescente que canta como si fuera un himno: they only want you when you're seventeen, when you're 21, you're not fun. Todo indica una sola cosa: en las calles de Bogotá se vive una guerra invisible, no demarcada y por ello, irresoluble. La guerra contra los hijosdeputa ñeros. Signo de que ellos hayan ganado es la moda de nuestros adolescentes, la música de nuestras radios, la complacencia de nuestras "autoridades". Todo es parte de lo mismo y todos somos de alguna manera cómplices de la impunidad de estas raticas de alcantarilla. He vivido en carne propia la violencia de estos enloquecidos ñeros y así como un día estuve en el hospital 6 horas para que me repararan el rostro, también he visto como ha habido gente que no ha tenido esta oportunidad. Al frente de La Tadeo uno de estos Ñeros mató a un metalero al que llamaban Negro, una cortada hermosa y definitiva en el cuello, sólo cuestión de media hora para la muerte en una acera. El ñero llegó esa noche a casa, a darle besitos a su sufrida madre. El negro jamás volvió a casa. Estamos ante una guerra muda e injusta, porque ellos tienen las armas que a nosotros no nos permiten usar: porque si las usaramos ya todos estos hijosdeputa Ñeros estarían muertos o, por lo menos, inválidos. Ellos desde pequeños han sido criados para la muerte y a nosotros nos han vendido un idiota discurso de la educación: discurso que sólo ha servido para lucrar las grandes mafias mal-llamadas "academias". Si por lo menos contáramos con una guerra. Si por lo menos tuviéramos un enemigo demarcado. No nos estaríamos desangrando tan estúpidamente y no nos estaríamos dejando matar por gente de esta calaña. A mí que me mate Pinochet pero no un hijodeputa Ñero. Por eso es que sería dichoso con un arma y mataría indiscriminadamente cuanto ñero viera en la calle. Que en esta esquina escuchan Daddy Yankee, por favor una bazuca. Que en la otra esquina va un muchacho de pantalones anchos: a él, a ese es el hijodeputa que hay que aniquilar: porque si no es él, somos nosotros: quienes vestimos de negro, quienes leemos, quienes pensamos, quienes odiamos su puta música. Tengo una huella de esta guerra callejera en mi rostro,de la impunidad y la impotencia de las autoridades ante la barbarie de ese idiota que llamamos ÑERO. No podemos seguir siendo cómplices de estos criminales. Despreciad a una mujer si escucha reggaeton: escupidle en la cara luego de follarla. Quemad las radios de ellos: denunciad su moda: pobre tergiversación de lo que es la calle. Armáos todos y vamos a copular sus novias, a destrozar sus ridículos coches, a cortar sus estúpidos peinados, a escupirles a sus artistas, a quebrarles sus lujuriosos ojos: que no emanan otra cosa los Ñeros: miserables deseos bajos y lujuria: como perros chandosos. Esa es la razón por la que te atacan: para ser los jefes de la manada: el reggaetonero DEBE SER el malo: el chacho del barrio, el que más copula: esa es toda su filosofía y por eso merecen ser repudiados y aniquilados en el acto-


INDUSTRIAL
MUSIC
AGAINST
REGGAETON.

IMAR.
Herr Luis.

mundochacalblogspot said...

ehh, don Winter, muy buena la crónica recuerda los viejos tiempos de undergroundresistance, pero con más resentimiento. Y si de matar se trata, por que solo a los ñeros? por que respetar a los grandes ejecutivos, a las modelitos de soho, a los gomelos que se reencauchan continuamente con la fashion Reggaeton neopunk,
a los tarados colgando de sus celulares de moda, o alguno que se pareciera a mi? por que respetar a alguno de esos HPS?

Pirata Subterraneo said...

Bogotá, Bogotá... que dura se pone... su escrito me recuerda la visión apocalíptica de "gomelo asustado en la 10 jugando a ser poeta maldito tercermundista" que describe Mario Mendoza en sus libros. No tan mal escrito como lo que escrihbe Mendoza, mas bien doloroso porque puede ser verdad, triste además por la lejanía de la percepción de gomelo intelectual javeriano, andino, externadista o rosarista (con ínfulas fascistas intelectualoides, tal vez alimentadas por el sumo sacerdote facho Enrique Serrano).

"El infierno"... el infierno lo llevamos dentro porque nos duele que ese rostro miserable que observamos en las calles bogotanas es en el fondo el rostro de nuestra mediocridad y resentimiento como colombianos...

Bogotá no es infierno ni porra ninguna, el amanecedero de la Caracas esta lleno de vida, vida lejana para muchos bloggers porque han crecido con la cabeza en otro mundo, en el mundo adolescente de USA y sus estética para teenagers idiotas.

Viva nuestra podredumbre tercermundista, que de ahí saldrá algo, tal vez una buena guerra, que ya se siente en Colombia porque los izquierdosos se reproducen como moscas mientras el paraco señala a sus patrones: los manes del gun club, del jockey club, del metropolitan club, del Club el Nogal, y esta vez van a quedar desenmascarados porque los paracos no son guevones y les deben medio país...
"la gentre de bien", que es la mas podrida de esta sociedad, se quedará sin nadie que los defienda de la furibunda y resentida violencia del ñero que canta "Señor Matanza" con ritmo regueton y vallenato ordinario... del ñero del Barrio Ricaurte, mi barrio de infancia, que tanta historia y secretos tiene.

Mejor no boletiarse en las busetas ni en los buses, hay que saber vivir en la salvaje Bogota y tener huevos y salir a la calle de rumba para que coman mierda los que se alimentan del miedo y de nuestra tristeza y eterna autocompasion y lamentadera porque nacimos en un matadero llamado Colombia, porque no somos capaces darle una patada en el culo a los culpables de este mierdero, porque no logramos concebir el país fuera de esos putos colores rojo y azul, colores políticos de mierda.

Salir de rumba en busca del polvo perdido, por lo menos, en el fondo, algunas mujeres conservan la ilusión de algo, así que a vivir de esa farsa ilusión porque no hay otra, a descargarse en la rumba... que tal vez en algunos años algun cineasta del extra radio de la rosca del decadente cine colombiano (con excepcion de victor gaviria y jorge echeverry) haga una pelicula de culto que le de la vuelta al mundo y seamos vistos como héroes, alegres sobreviviente de una sociedad decadente.

Somos unos pobres imbéciles caídos en el prejuicio y la ignorancia, asustadizos de los colores extraños, tememos explorar nuevos caminos,
que pena.

wintermute said...

Que la humanidad arda en llamas!!

Talín said...

Hola pasaba por este lugar y vi a mi tocayo dirigiendo un barco. Ya sabes Talín es stalin sin s ni tilde. Bromas aparte saludos

Guillo Gómez said...

Para ti Biklept... un par de acorde de la ex-putre-factum-hunger-banda:

Es un infierno
de cemento & acero
de muerte & dolor

furia & asfalto
de aceras que me llevan
a donde no sé...

me pierdo entre sus noches
naufrago en sus mañanas grises
sin droga que me salve
& alivie esta narcosis de la depresión...

Guillo Gómez said...

Addiction Kerberos:

algo me asustas... ¡lo que decís es tenaz!

Addiction Kerberos said...

Jaja por algo me llamaban El Demonio en el Intercentro.

Localghost said...

si, un poquitico facistas las palabritas del adicto, un poquitico nadamas. voy contigo chacal.