3.05.2008

seguir en la brega hasta que el cuerpo aguante

CIENCIA-FICCIÓN: UN GÉNERO DE LIBERTAD QUE ADMITE TODAS LAS TENDENCIAS
Entrevista con el escritor Antonio Mora Vélez
Por Camilo Arias y Luis Cermeño







Antonio Mora Vélez comparte junto a René Rebetez el honorable mérito de haber sido uno de los primeros escritores pioneros en Colombia que apoyó su obra sobre el suelo de otros mundos. Por igual, ambos sufrieron la incomprensión de la época y el rechazo tácito a la iniciativa de una imaginación que no diera cuenta inmediata de los problemas locales. Motivo que no los llevó a la desmoralización o al abandono de sus trabajos sino a la reafirmación del género. En términos de René Rebetez: “lo que llamamos ciencia ficción es la crónica más fiel de nuestro tiempo y una guía premonitoria del futuro”[1].

Hace 30 años un escritor local hablando de robots, de viajes al espacio, de investigaciones cruciales desde complejos laboratorios científicos, no podía sino raspar el desasosiego de una sociedad que se veía a sí misma bajo la sombra del subdesarrollo y el margen histórico. Actualmente, cuando deja de parecernos extraño hablar del universo al tener un astronauta orbitando el espacio hijo de una mujer colombiana; cuando estamos aportando desde nuestros laboratorios a la discusión real de la ciencia universal y cuando, efectivamente, contamos con nuestras propias escuelas de robótica e ingeniería avanzada; no podemos sino agradecer a aquellos hombres que se atrevieron a soñar más allá de las ataduras de su tiempo sin que por ello dejaran de expresar una postura crítica con los problemas universales.

Antonio Mora Vélez. Nacido en Barranquilla. “Monteriano absoluto”, como lo describe su amigo José Luis Garcés Gonzáles. Abogado de profesión y escritor de ciencia ficción de vocación. Accede contestarnos unas preguntas desde el futuro, desde la década de los e-mail y los hyperlinks, haciendo un recorrido desde sus primeras lecturas fantásticas hasta hoy.






[1] RENÉ REBETEZ por JUAN CARLOS MOYANO ORTIZ. Crononauta insigne: Capitán del velero de la vida, viajero de sí mismo. REVISTA NÚMERO. Web page: http://www.revistanumero.com/25rene.htm



1- Para empezar nos gustaría saber qué lo motivó a crear historias de ciencia ficción.

R/ Les lecturas de Superman, Tarzán, Buck Rogers y otros personajes de las tiras cómicas y del cine. Películas como Forbidden planet, Flash Gordon conquista el universo, Frankestein y Viaje fantástico, que vi en mis primeros años. Las novelas de Julio Verne y H.G. Wells. Los consejos de un profesor que me hizo leer El Ramayana en la secundaria para que me enterara que por esos tiempos de Rama en la India hubo naves guerreras que surcaban el espacio, rayos letales como el láser y simios que hablaban. Mis lecturas de cosmología que hacía por afición y para preparar las clases de filosofía que dictaba en el bachillerato, y la misma filosofía. Y los libros y revistas de CF que leí antes de empezar a escribirla

2-¿Qué libros considera usted fueron las piedras angulares en sus comienzos como lector y posteriormente como escritor? :

R/ 20.000 leguas de viaje submarino de Julio Verne, La máquina del tiempo y El hombre invisible de H.G. Wells; Fahrenheit 451 de Bradbury; Qué difícil es ser Dios de los hermanos Strugatsky; El fin de la eternidad de Isaac Asimov y La nebulosa de Andrómeda y Corazón de serpiente de Iván Efremov, novelas que leí en mis años de estudiante.


3- Debido al considerable tiempo que lleva sumergido en la ciencia ficción ¿cuáles considera han sido los cambios más significativos dentro del género? Y en relación a la anterior pregunta ¿conoce las nuevas tendencias del género y, de ser así, qué opinión le merecen?

R/ El gran cambio se da cuando la CF empieza a ocuparse del cosmos interior del hombre y abandona la pretensión inicial de anticipar inventos y descubrimientos. Y cuando elige como uno de sus temas las repercusiones de la ciencia en la vida y en el futuro del ser humano. Tendencias como la “New wave”, el ciberpunk y todas sus variantes y la anti-ciencia-ficción de C.S. Lewis, son una consecuencia de este cambio de enfoque que transformó la CF en una literatura de ideas que pretende mostrar cuan alto puede ser el precio de la degradación del ser humano por el camino que la ciencia y la sociedad transitan en el mundo de hoy y criticarla desde la perspectiva de los valores del escritor. Algunas obras de Dick llevadas a la pantalla como Blade Runer y Minority report (Sentencia previa) y la Trilogía Cósmica de Lewis son un buen ejemplo de esta ciencia ficción, que yo veo como parte de lo que ella es pero que no creo deba ser la única posible ni menos la única legítima. Pienso que la corriente esperanzadora tiene mucho que hacer en el mundo de hoy todavía. O sea que no soy partidario de la exclusión, de considerar que la ciencia-ficción debe limitarse a tal o cual variante, modalidad o tendencia. Para mí es un género de libertad que admite todas las tendencias y enfoques y su utilización depende de la cosmovisión y del mensaje que quiera dejar el autor, y que no se limita a considerar como parte estructural suya las ciencias básicas o naturales, sino que extiende el campo a las demás ciencias, como lo sostuvo el escritor cubano del género Oscar Hurtado al afirmar que Borges, en algunos de sus cuentos, era escritor de ciencia-ficción ya que el término ciencia, interpretado extensivamente, puede comprender la filosofía (“la ciencia de las ciencias”). Y como lo sostienen hoy, para el caso de lo religioso, C.S. Lewis y Orson Scott Card.



4 – De qué manera cree que afectó la imaginería de la vieja ciencia ficción grandes revoluciones culturales sucedidas luego de los años 80’s como la caída de la Unión Soviética; la marcada incursión de la cibernética en la vida diaria de los individuos; la caída del muro de Berlín; los monopolios de la información por parte de los grandes grupos mediáticos; el terrorismo y el 11 de septiembre; los grandes descubrimientos en materias como genética y biología -sólo por mencionar algunos tópicos generales-.

R/ La CF surgió cuando al hombre se le hizo evidente que el mundo y la sociedad no han sido siempre los mismos, dicen Scholes y Rabkin. Por eso ella evoluciona con los cambios científicos y sociales. La caída de la Unión Soviética, por ejemplo, sepultó el optimismo marxista de alguna CF que se hizo en ese país y que colocaba el comunismo como el fin luminoso de la humanidad. En relación con el monopolio de la información, que es el Gran Hermano pensado por Orwell, está toda la literatura de ciencia-ficción que se inicia con 1984 de Orwell y Fahrenheit 451. Los otros temas que señalan ustedes, en especial los descubrimientos en biología y genética, sin duda aportan un material importante para escribir la Cf de hoy. Sobre todo para bajarla del espacio a la tierra. De hecho ya hay muchas obras que se nutren de estos conocimientos y que nada tienen que ver con la conquista del espacio. Como Clones de Michael Marshall Smith por ejemplo. O Presa de Michael Crichton, que es una novela basada en la nanotecnología, otra revolución de las ciencias.

5- Cuál cree usted que sea el reto más grande para los nuevos escritores de ciencia ficción en un mundo de continuo progreso científico en el que la ciencia parece ir un paso más adelante de la imaginación fantástica.

R/ El reto es escribir bien y no pretender ser como Verne o como Efremov o como Bradbury o como Dick. Y ver en las ciencias un referente que es el marco o el telón de fondo pero que no es la obra. Lo fundamental es la trama, el argumento, los personajes y el mensaje que quiera enviar. Eso sí, para no escribir tonterías, hay que documentarse, sujetarse al inventario actual de las ciencias sin perjuicio de la libertad de poder inventar en este campo lo que pueda y necesite la obra para ser creíble. Y la razón ustedes la insinúan en su pregunta: las ciencias son de suyo fantásticas y al escritor le es casi imposible ir al paso de ellas, mucho menos anticiparse a ellas. Aunque, les aclaro, no es necesario ser un esclavo del dato científico. Todo el mundo sabe que en Venus no hay vida y que ella es imposible en ese planeta y sin embargo Asimov la supone en Los océanos de Venus y lo mismo hace Lewis en Perelandra un viaje a Venus.

6- En la mayoría de cuentos que pudimos encontrar de su autoría, de los años 70’s y 80’s fundamentalmente, imperaba un evidente sentido de optimismo y esperanza por el porvenir de los hombres. Este sentimiento de confianza hacia la raza humana, aún perdura? Qué opinión le merecen aquellos autores que optan por retratar mundos distópicos, casi de darwinismo social, en los que la naturaleza del ser humano queda bastante comprometida?

R/ Es cierto que la ciencia ficción de mis primeros cuentos tiene esa tendencia, sobre todo en Glitza (1979) y en la mayor parte de los cuentos de El juicio de los dioses (1982). Pero hay un cambio a partir de cuentos como Error de apreciación, cambio que es más evidente en el libro Lorna es una mujer (1986) sobre todo por el cuento Los ejecutores. Y que se continúa en varios cuentos inéditos, en los poemarios impresos, en Los jinetes del recuerdo (2006) publicado en la web y en la novela Los nuevos iniciados. Sigo creyendo que la raza humana tiene todo para poder aspirar a dar ese gran salto a las estrellas que impida su desaparición como especie junto con la desaparición del planeta, pero no estoy ahora tan seguro de que no seamos capaces de destruirlo antes con las armas que poseemos o con la contaminación. Por lo anterior me parece lógica y necesaria la variante distópica, sabemos que el hombre es un ser animal que también tiene instintos y atavismos y que se deja irracionalmente llevar por las ideologías, todo lo cual puede desdibujarlo como individuo y como especie. Si no fuera así no hubieran existido Hitler, Pol Pot, Idi Amin, Stalin, y otros más, y no existiera hoy George W. Bush. Y la ciencia ficción está en la obligación de advertirle al hombre las posibles consecuencias de sus errores y terquedades. Pero les aclaro: yo no creo que haya una barrera infranqueable entre lo utópico y lo distópico. Mi novela Los nuevos iniciados, que va a ser publicada este año por Pijao Editores de Ibagué, es una novela distópica y a la vez esperanzadora y está en la onda de utilizar lo esotérico como argumento de ciencia-ficción.

7- Desde un país como Colombia cuál es el valor de escribir ciencia ficción y qué le puede aportar al género?

R/ En mis primeros años encontré la hostilidad de los amigos y lectores que consideraban que no era de buen recibo escribir ciencia ficción en un país de bajo nivel científico y tecnológico como Colombia y con problemas sociales tan graves que obligaban, según ellos, a escribir literatura social comprometida. Pero desde que empecé a vincular la geografía nuestra a mis relatos, los mitos y leyendas nuestros a mis poemas, el mensaje crítico utilizando la extrapolación que lo facilita y la palabra esperanzadora de la ciencia ficción respecto del futuro, mis amigos y lectores que saben que Colombia es un país que no tiene futuro a menos que cambie la orientación, empezaron a mirar mis textos de otra manera. Yo creo que si la ciencia ficción de Colombia muestra las falencias espirituales de esta sociedad deshumanizada, logra su cometido como literatura de ideas. No debemos olvidar que la ciencia-ficción es medularmente crítica y que logra en este campo lo que no logra la llamada literatura realista. En lo que respecta al aporte de la realidad nuestra al género les respondo que la ciencia-ficción es una literatura que por mucha fantasía que tenga hunde sus raíces en la realidad y que toma de ella sus argumentos, sus pensamientos, sus ideales, sus sueños y sus lamentos. En un ensayo que escribí sobre la novela de Daìna Chaviano “Fábulas de una abuela extraterrestre” digo que la ciencia-ficción latinoamericana tiene que ser por fuerza diferente de la anglosajona o la rusa porque nuestra realidad es diferente y porque en ella debe pesar la influencia de nuestra cultura, que es más mágica que racional y científica.


8- De qué forma, si la hay, podría influir la ciencia ficción en nuestro país, teniendo en cuenta la poca cultura literaria existente.

R/ La ciencia ficción puede influir en las escuelas, reforzando en los niños la capacidad de soñar, de pensar en un mejor futuro. Pero no es suficiente. Es poco lo que logra ese capítulo que aparece en los textos de noveno grado. Hay que pensar más en grande, en la TV por ejemplo. Desde luego hay dificultades. De modo que toca repicar y andar en la procesión, estimular el interés por ella entre los jóvenes escritores, en las editoriales, en las colegios y universidades. Divulgando el género con lecturas, charlas y seminarios, publicando en la red, editando revistas, páginas web, organizando grupos de amigos del género y gestionando la edición de nuestros propios libros. Y bueno si de influir se trata, la ciencia-ficción tiene todas las herramientas para hacerlo si llega a los lectores, por eso la necesidad de crear las condiciones para que eso suceda.

9-Somos concientes de que ha habido un paso significativo en el que la ciencia ficción ha dejado de quedar excluida a las publicaciones de kiosco o pulps y ha empezado a considerarse como un género válido por críticos y lectores. No obstante, parece ser un género no muy tenido en cuenta en la organización de festivales y eventos literarios, como los que están de moda por estos días. Considera importante generar un espacio para la ciencia ficción en estos eventos? Estaría dispuesto, dado el caso, a ser participe de ellos?

R/ Lo que ustedes dicen es cierto, ya se nota un cierto cambio. En la Costa me invitan a ofrecer charlas sobre el tema. Hace dos años dicté en Santa Marta una conferencia sobre ecología y ciencia-ficción titulada El mar en la CF y ofrecí un recital de mis poemas esotéricos, cósmicos y apocalípticos. Hace poco fui a Bogotá a una semana de la ciencia-ficción que organizó la Biblioteca de la Universidad Nacional. A mediados de la década del 90 fui jurado junto con René Rebetez y William Ospina en un concurso nacional de cuentos de CF auspiciado por el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá. Por esa misma época participé en una Feria Internacional del Libro, junto con Rebetez y Germán Espinosa, en una mesa redonda sobre el tema. De modo que sí, estoy disponible en la medida de mis posibilidades para colaborar en la tarea de divulgación del género. Pero falta promoción de las editoriales en los eventos y festivales y que crean en los nuevos cultores colombianos del género. Toca aplaudir y agradecer por esto la edición de la reciente Antología de la literatura fantástica de Colombia hecha por la Universidad Sergio Arboleda con prólogo del crítico y escritor del género, Campo Ricardo Burgos, y la aceptación por parte de la Universidad de Caldas de un proyecto editorial que incluye un libro mío con una selección de mis mejores cuentos y de los hasta ahora inéditos, con prólogo del profesor universitario, filósofo y escritor de CF, Orlando Mejía Rivera. Debo agradecer también a la Corporación Universitaria del Caribe (CECAR) de Sincelejo, la edición de cuatro de mis libros: Ciencia-ficción: el humanismo de hoy (1996) Los caminantes del cielo (1999) El fuego de los dioses (2001) y La estrategia de la solidaridad (2006).

10- En la actualidad qué tipo de lecturas prefiere y, si se puede saber, qué se encuentra leyendo?

R/ Yo leo de todo. Pero leo ciencia-ficción para no perderme su atmósfera, para mantenerme ligado al género y saber qué aportan los escritores consagrados del exterior en materia de temática y de recursos literarios. Para estar actualizado, en dos palabras. Y porque si bien tengo inéditos un par de novelas, un libro de cuentos y un poemario, todos de literatura realista, no puedo convertirme en otro desertor del género, por el contrario, para servir de estímulo a los nuevos y mejores valores debo seguir en la brega hasta que el cuerpo aguante. Ahora leo Esa horrible fortaleza, la tercera novela de la trilogía de C.S. Lewis. Y después tengo en turno varias novelas de las conocidas sagas de Orson Scott Card.

Sincelejo, enero 21 de 2008
Publicada también en revistas:

1.23.2008

2 crimenes

BONUS TRACK exclusivo PRENSA MALA:

Aclaro que esta foto es propiedad de Federico Puyo,tomada para El Tiempo, C.C. Extractada sin previa autorización pero sin previa intención de robarla o de mostrarla como propia, ni porque fuera gran arte ooohh qué fotografía tan espectácular. Sólo la utilizo con fines prácticos y sin ánimo de lucro si es lo que puede interesar a alguien.

Esta es la horrible casa donde sucedió el terrible hecho. Creo que de verdad hace falta ser un inconciente para no dejarse escalofriar por su aspecto. Efectivamente, esta maldita casa me sirvió de inspiración para uno de mis tramas lovecraftianos del año pasado. Su singular decadencia y fealdad, el desconcierto que despierta su dejadez, genera en el espíritu un malestar incomparable. Esta casa enferma directamente el corazón y congela el ánimo. Bajo su influencia escribí el relato publicado en mi diario de maldición: WALPURGISNACHT.

Este es el extracto donde me refiero específicamente a la casa. Por razones del suspenso alteré la dirección, pero es la misma casa -como ésta no encontrarán a la redonda mejor dicho-:

Hoy amanecí bajo el desasosiego infinito de estar bajo el acecho de criaturas que no obedecen a leyes humanas. Y el aire no ha mejorado en lo absoluto, de hecho estuve tosiendo toda la mañana pura tos de perro y escupiendo flema de tísico terminal, al punto extremo de manchar la acera del rojo sangre de mi esputo. A la hora de ir a comprar crema para afeitar en la mañana fui sobrecogido de una manera excepcional por la marcada arquitectura inglesa de una vieja casona abandonada ubicada en el barrio Chapinero a la altura de la 16 con 66. Como si una ráfaga indescriptible me poseyera de sensibilidad arquitectónica me sentí sumamente conmovido por el evidente estado de deterioro de la buhardilla. A través de la ventana, una gruesa capa de costal retenía vigas rebeldes que parecían querer escapar afuera para herir al desprevenido transeúnte. El resto del recorrido sentí una hostilidad inexplicable por parte de los perros hacia mi existencia, al punto de tener que arrojarle dos veces piedras a un gigante pit bull terrier.

Sólo me resta recriminarles. Recriminarles. Decirles: si me hubieran leído, si me hubieran hecho caso, si tomaran en serio mis especulaciones y dejaran de verlas como meras ficciones obnubiladas de un fabulador. Si me hubieran tomado en serio, debieron haber apropiado esa casa y derrumbarla ese mismo día que yo señalé su carácter maligno.

Una vez más la ficción les escupe a la cara, jodidos sordos.

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He decidido crear este grupo, en medio de la falta de sueño y la costernación que me producen las noticias, al ver la indolencia con que manejamos unos temas realmente horribles para privilegiar estupideces tales como si el presidente Sarkozy le devolvió los besitos al presidente Uribe.

Dos noticias en particular me conmocionaron esta semana. Lo peor fue el tratamiento frívolo de la prensa.

La primera se desarrolló apenas ayer.
Gracias a una operación, alentada principalmente por algunos ciudadanos que decidieron alertar a la policía, se capturaron dos hombres... qué digo hombres, dos bestiales asesinos, que llevaban en su coche los restos descuartizados de un hombre. La noticia, vaya que generó simpatía en la imaginación de la gente! Que desde el coche se deshacían de las piernas del mutilado arrojándolas a la calle; que también volaron brazos. La picaresca y la manera de narrar las cosas!

Esta noticia me afectó gravemente, por qué? La pregunta sobra. Esta noticia debería afectarnos gravemente a todos, deja muy mal parada la naturaleza humana y, peor aún, ya no es nueva en la ciudad. El año pasado no encontraron otro cuerpo en un maletín? Esta vez era un estudiante universitario el perpetrador. No pasa nada, todo sigue su curso, no nos sorprende que un estudiante de universidad haga estas cosas, qué tal serán nuestros analfabetos, nada ya nos sorprende. Por mi lado tengo un motivo muy especial para verme afectado por esta noticia. Luego de que la policía dio con la captura de estos dos... "pobres diablillos" encontraron una dirección. Esta dirección remitia a una casa. Todo apunta que en esta casa sucedieron los peores hechos. Encontraron evidencia de que en efecto allí sucedió lo peor. Esta casa, en especial esta casa, yo ya la conocía. Sí, esta casa no era nueva para mí. Pasé por su frente una y otra vez, miles de veces. Incluso y tengo la evidencia para probarlo, le tomé una foto desde mi celular. Ahhh entonces esta casa no pasaba por desapercibida? No, por lo menos no para mí. Falta un poco de sensibilidad estética y arquitectónica para no afectarse por la fealdad exagerada de la casona. Una casa abandonada, en ruinas... qué más podía ser? Una casa que desde la primera impresión dejaba claro que desde allí se intrigaban innombrables horrores.

Ayer, sí, justo ayer. Ayer pasé al frente de ella y se la enseñé a mi amigo que acababa de llegar de Argentina. Le resalté sobre todo el aspecto macabro de la casa. Sí, me dijo, es horrible. Qué hará allí. No sé, uno nunca se pregunta eso. La indiferencia es eso. Ver lo feo y no preguntarse por qué existe.

Bueno, por qué esta familiaridad con la casa? Qué me motivaba y me motiva a pasar una y otra vez por esa horrible casa? No es un sentido compulsivo de ver casas arruinadas, se los aseguro. La razón es muy sencilla. Viví cerca a esa casa, a dos cuadras, a nada mejor dicho, cerca a esa casa durante la mayor parte del año pasado. Por allí pasábamos junto a mi hija en su coche los días de sol, ella aún tan bebé, preferiblemente los domingos, íbamos al SAO que también queda cerca y allí le compraba sus alimentos. Por allí aún paso cada vez que voy de visita y tengo que salir a comprar algo. Una casa familiar, sí, uno se familiariza con el horror, es cierto. Por allí paso porque cerca a esa inmundicia de casa vive la luz de mi existencia, cerca a ese tabernáculo de horrores existe mi cielo en la tierra: ella, mi hija.

Ahora imagine la escena: A pocas cuadras, donde yo me reconcilio con el mundo, donde encuentro la felicidad pura en la risa de mi bebé, donde me vuelvo un derrochador inconsecuente de caricias y amor para mi hija... allí, a no más de 1 km de distancia, se urdía una tortura, un crimen atroz, un hombre sufría lo inimaginable, otros se bañaban en su orgía de sangre e infierno. En esa misma horrible casa que todos ven, que todos pasan, que nadie se pregunta, que ya nadie ni siquiera ve, en esa casa tan familiar, esa casa tan evidentemente maligna, se cometía el peor improperio contra la naturaleza, sí, justo al frente de los ojos ciegos de nadie. Y no pasa nada.

La segunda noticia de la semana. No, no se trata del beso que Sarkozy le rechazó a Dios... digo... bueno, no se trata de eso. Una mujer fue abaleada a la entrada de un gimnasio en horas de la mañana.

Cómo contaron esa tragedia! Con qué sorna! Que era una traqueta, tenía una vida peligrosa de todos modos. Otra vez la victima resulta siendo la culpable. Qué fácil es culpar a alguien cuando está comiendo asfalto, atragantado de plomo y no puede responder!

Escuché la noticia desde el café al que habitualmente acostumbro a ir. De boca de tres vendedores de coches. No había muerto una mujer, había muerto una dueña de un carro costoso que pocos en el país tienen. Ellos escucharon el reporte de las placas por la radio y claro, se sintieron libres de indagar por su cuenta. Entraron al sistema y de allí pudieron determinar que se trataba de una mujer de 36 años, que vivía en la colina y bla bla bla.. para qué seguir escuchando? Ellos ponían el acento en que era una vieja rica y claro, los ricos son culpables de tener plata. Culpables.

Al otro día leo las noticias. En los diarios "serios" el fotógrafo tiene la decencia de proteger con el marco de la cámara a la muerta, decencia que no tienen los diarios amarillistas. A partir de ellos descubro la cara de la mujer. Una mujer muy guapa. Doble golpe. He leído que tiene dos hijos. He leído que han matado a su esposo hace pocos años. Se preguntan sobre los negocios del marido. Yo me pregunto por la suerte de los hijos. Uno tiene aproximadamente 16, plena adolescencia. La otra 6, plena inocencia. Qué edades tan duras. Y sin padres. No importa, acá no hay sino culpables. Los principales son los que están caídos, los que ya no tienen vida y resulta cómodo reprocharles todo. Los otros se escabullen, ellos responderán, ellos contratarán abogados. Qué es lo peor que les puede pasar? Morir de gordura en una cárcel.

Y quién se pregunta por nuestros hijos?


Entrada publicada en el grupo de facebook: me harté de la alcahuetería con el crimen que existe en Colombia