11.07.2007

Souk


Leía hace un par de días acerca de una curiosa definición de arte, como todo lo que no tenia que ver ni con el instinto de reproducción, ni con el instinto de supervivencia. Aunque supongo que tienen lugares comunes, ya que considero la cocina como otra bella arte: se toman elementos primarios y se convierte en algo completamente diferente, con el propósito de dar una satisfacción sensitiva, que, aunque se va cultivando con el tiempo, no deja de tener su connotación instintiva.

Claro, podría ponerme a teorizar y llenar unas cuantas cuartillas sin llega a alguna conclusión, realmente es un descubrimiento relativamente reciente para mi y la calidad de novedoso no le quita lo perjudicial: la salsa Presto hace más estragos en mi hígado que el vodka barato. Pero eso puede ser consecuencia del desgaste, largas noches a punta de alcohol y estimulantes del cerebro frontal. No importa.

Hace un par de semanas estaba cerca del trabajo de Nina y quedamos de almorzar. Nos encontramos, hacía algo de sol y el cielo tenía el brillo que precede a la lluvia. Me dijo que entráramos a un restaurante que frecuenta con sus amigos, cuando almuerza, cosa no muy frecuente. No recuerdo su nombre, de todas formas estaba lleno y le propuse que fuéramos a una parrilla argentina ubicada en la Calle 10 con 5ª. En el camino encontramos abierto el restaurante Souk, al cual habíamos querido entrar hacia varios meses y siempre encontrábamos cerrado. Así que terminamos entrando. El lugar, un local alargado y con tres niveles, estaba casi lleno por lo que nos tocó sentarnos en una mesa contigua a la puerta. La mesa era bastante amplia pero las sillas incómodas. El mesero nos entrega las cartas y, aunque las elecciones eran escasas, Nina decide rápidamente que quiere comer. Yo no me termino de decidir entre un plato oriental y algo de pasta. El mesero pasa a recibir la orden y le digo que me dé unos minutos más, Nina le dice su elección y él le contesta que ese plato ya no lo preparan (la carta ya tenía una serie de correcciones de platos que no preparaban, largas franjas de papel cubrían el plástico de la carta) entonces Nina, algo frustrada, se decide por otro. Yo elijo unos espaguetis a la puttanesca, ya que me gustan mucho las aceitunas y las anchoas: gusto cultivado.

El jugo, servido en un vaso pequeño, no era algo demasiado especial. Los platos eran grandes, o se veían grandes en contraste con las porciones que llevaban. Los espaguetis estaban tibios, casi fríos, y al dente, pero por más que busqué las anchoas no aparecieron por ningún lado. Puede que el chef fuera bastante avaro en la preparación, o que el sabor ácido de las aceitunas y las alcaparras distrajeran mi paladar, hipótesis que descarto en cualquier caso. Es probable que por mi aspecto el chef creyera que me podía engañar. En cualquier caso me sentí burlado, Nina tuvo la misma sensación y mientras terminábamos la bebida, el chef se sentó en la mesa contigua y me miraba a menudo. Pude haber protestado, tal vez en otra época hubiera golpeado al chef hasta que me sangraran los nudillos, o hubiera regresado con un par de molotov para estrellarlos contra los ventanales. Pero no. Pagamos la cuenta, algo costosa además, y salimos del local. Acompaño a Nina cerca de su oficina y me voy a el Cubo a tomarme una cervezas.

Los viejos hábitos son más seguros.

(foto tomada por algún tipo de el Tiempo, o alguna de sus revistuchas)


10.18.2007

Wintermute



Felíz cumple don Wardealer!

9.14.2007

Me sabe a mierda


“La bandera, el escudo, los lanceros, todo en un maldito Bon Yurt"

Hablando en gtalk con el artiste, recordé que, días atrás, vi una valla que decía algo así como: "En Colombia el aguardiente embellece". El mensaje, lobo en el mejor de los casos, hace parte, junto a otros de la misma marca (en Colombia hasta las animas toman) y en general, de diversas campañas de productos y servicios donde busca exaltar y exacerbar el sentido de nacionalidad.

No basta con que nos creamos el pene del Creador, algunos paisas, incluso, el glande, y que nos sintamos más colombianos enviando forwards donde hablamos de lo que nos hace inigualables ante el resto de países (que tenemos dos océanos... claro, Centroamérica también pero eso no importa. Que nuestro himno es el segundo más hermoso de la tierra... aunque nunca se dice quien fue el que hizo esa clasificación. Que tenemos a Shakira, pero esperen, ella no vive en Miami?), para completar tenemos al Canal Caracol recurriendo al discurso nacionalista para promocionar intrascendentes partidos de la, cada vez peor selección de fútbol (acudiendo una y otra vez, o a los himnos de las barras bravas, o a las imágenes de la victoria contra Argentina en las eliminatorias para USA´94), Nestlé se vale de dichos de antaño para sus promociones de caldo de gallina Maggi, Cerveza Águila (marca SABMiller), como siempre, recurre a la inigualable lobería del litoral atlántico donde se transmite la idea de que Colombia es de lo mejor porque andamos borrachos y las mujeres semidesnudas, mientras Margarita (marca Frito lay) promociona las “papas Margarita Pasión”, por citar algunas marcas. ¿Soy yo o me parece que gran parte de las compañías que exaltan esta ola de nacionalidad son extranjeras? Aunque, si bien es cierto, la industria nacional es casi inexistente.

Investigué un poco al respecto y resulta que todo hace parte de una sucia estrategia del alto gobierno:

“Marca Colombia sirve para cerrar la brecha que existe entre la realidad colombiana y la forma como el país se percibe en el exterior. El proyecto busca motivar a todos los colombianos para que actúen y se conviertan en parte de la solución al problema de imagen del país” (fuente)

Y yo pensaba que el problema de imagen del país tenían que ver con un sangriento conflicto armado de más de 40 años, generado, a su vez, por la pobreza y la falta de mínimas condiciones sociales de la mayor parte de la población, la lamentable cobertura de los sistemas de salud y educación, las pocas oportunidades laborales y, en muchos casos, la falta de libertad para ejercer libremente las creencias políticas y religiosas y/o la falta de protección de la vida y la propiedad (!) por parte del estado, e incrementado por el surgimiento y afianzamiento del narcotráfico dentro de la sociedad, el cual ha degradado el conflicto a niveles inimaginables. Pero no, resulta que el problema es solo de imagen!

Estas campaña, donde el fortalecimiento del nacionalismo refuerza la imagen en el exterior de este criticado gobierno, el cual pretende hacer contraste al del presidente Chávez en Latinoamérica, no solo muestran una realidad disfrazada sino falsa, la cual solo los ciegos, ignorantes, nacionalistas y arribistas terminan creyendo.

Ya lo dijo Oscar Wilde: “el patriotismo es la virtud de los sanguinarios”.

(idea imagen: Tio Rojo. Mala leche: la Silla Eléctrica y un grupo de Flickr)

9.08.2007

el mal internet

No sé si lo que pasa es que duro mucho tiempo frente a la pantalla debido a mi nuevo trabajo. No sé si realmente sea por eso por lo que me parece que todo internet es tiempo muerto. Una excavación arqueológica a las ruinas de Pompeya estoy 100% más que seguro que es más divertida que este tiempo muerto de internet. Y uno hace todo lo que tiene para hacer para repararlo. Pero no hace todo lo que tiene que hacer para repararlo porque todos sabemos qué es lo que realmente tendríamos que hacer para darle vida a internet y es generarle un alma. Y no se genera un alma si no se pierde algo y ese algo que no queremos perder es lo que hace tan aburrido internet y que haga que todo esto no sea sino tiempo muerto.



internet desde el punto de vista estrictamente legal es abismalmente insípido y no sólo insípido sino vomitivo, asfixiante y demencialmente absurdo. Porque la legalidad que se le ha impuesto a internet entiéndalo es impuesta por sus más acérrimos enemigos y perseguidores. Pero internet debería ser un centro de expansión de la mente, de cultos mórbidos, de ensoñaciones y alucinaciones consensuales. Por qué no recuerdan?



algo frustrante es la infinitud de posibilidades que nos ofrece internet y encontrarnos con la infinitud de impotencias que albergamos. La única posibilidad que parece restar es refugiarnos en pozos de mierda de harvard en que se cultiva el narcisismo y la obsesión por chismorrear en la vida de otros. Esa parece ser la única salida para los que nos vemos tan atados a nuestras imposibilidades técnicas y, por otra parte, tan asediados por los CORRECTORES de internet que se filtran en cada campaña de Legalidad.



pero olvidamos algo esencial y es la misma razón de la red: el espacio en que miles de corazones rechazados en los lugares albergan un sueño y un sentido en la tierra de los no-lugares. Ser el idiota, el callado, el nerd, el rechazado, el asqueroso, el que da asco, el que no tiene novias, el aburrido, el borracho, el pajuelo, el grano en la frente, el que llora en clase, al que aplastan en el bus, el que ahora todos gritan: No, acá tengo la posibilidad de no ser ese porque este lugar no existe en este planeta. Lo recuerdo.



Internet cuando aprendía a armar bombas caseras. Internet cuando el porno era genuinamente gratuito. Internet cuando no me estaban pinchando la cabeza por dinero para escuchar música. Internet cuando no tenía rostro. Internet cuando no tenía vida. Internet cuando todo era tan oscuro en Internet y hasta a los jueces les llenaba de miedo y desinterés. Tiempo vivo, reticulados de lógica traducidos en información de primera mano como latentes nódulos infernales en el pescuezo de los gobiernos. Tiempo interesante y mortalmente peligroso para los buenos sectores de la sociedad que empezaban a temer lo que siempre habían despreciado: los rechazados del sistema. Porque por primera vez estos buenos sectores estaban en un sistema que se salía de su comprensión.



y yo como otros tantos hubiéramos dado lo que fuera por despertar un día y no estar en nuestros cuartos sino estar dentro de la red que se dinamizaba en millones de computadores del mundo en que los chicos regaban las lágrimas sobre los teclados e inmersos sobre la pantalla el mundo circundante de lo real se desvanecía porque este marco proyectaba por primera vez una respuesta, un infinito que ofrecía una realidad de conexión en un mundo en que todo todo absolutamente estaba desconectado para nosotros que ya no funcionábamos en ningún aspecto, pequeñitas mierdas materiales que la gente no se agotaba de escupir vueltas un destello milagroso en esa pequeña modesta noche en que nos acoplábamos al calor de otras nostalgias silenciosas.


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Gracias a Dios llegaron las comunidades virtuales y podemos probar que somos ganadores todoterreno. Y Todo está finalmente a salvo y el piso de mi linda existencia jamás se removerá de nuevo. Ahhh Blogs! Donde los lindos pensamientos triunfan. Siempre dentro de los parámetros de lo legal, sin ofensas, con respeto hacia el otro y responsabilidad hacia la sociedad que nos protege, nos educa y divierte. La sociedad en la cual el día de mañana seré un buen funcionario público y me velaré (de 8am a 5 pm, con el respectivo descanso de almuerzo) para proteger los intéreses del gobierno que me manosea. La libertad de expresión, con la cual puedo calificar y juzgar de la manera más descarada -pero en buenos términos- a los que no piensan como yo. Yo que también me pongo mi camiseta de la selección colombia. Yo que hago lo que sea por defender ese lenguaje políticamente incorrecto que en realidad es apropiadamnente políticamente correcto. Pero si veo algo políticamente incorrecto AYY pego el grito al cielo. Yo que hago lo que sea por exhibirme y mostrarme porque soy "invisible" pero tengo que invisibilizar a mis detractores y no temo en decirles que mejor serían comprendidos en el sumapaz o en el Caquetá, porque Yo, Yo C Pard, qué oso, ni conozco esos sitios. PERO EH QUÉ BUENO TENER UN LUGAR EN LA RED PARA MOSTRAR LO HERMOSO QUE ES MI PAÍS, COMO CUALQUIER COLOMBIANITO MÁS, CANTANDO COMO UN JUGLAR VALLENATO, EH! QUÉ HERMOSO RECUPERAR TERRENO COMO EN LA CAMPAÑA VIVE COLOMBIA VIAJA POR ELLA, PERO A MANERA VIRTUAL. Ya los elementos peligrosos de la red, han sido identificados! Ahora todo es legal y esta es mi casa, cobarde y resentida, como la moral de los débiles, pero es mía. Un ganador todo terreno.
Auspiciado por Create Commo.

8.22.2007

notas desde el trasero del bocha

ELISEO MARTINEZ ROCA: La nueva narrativa colombiana
Por El Bocha, Unidad de Reportajes AXXION21


Hoy nos acompaña en AXXION21, una de esas personalidades que no necesitan presentación, uno de esos paradigmas literarios que solo surgen 2 o 3 veces por década, alguien que sigue la complicada senda de los Borges y los Kafkas en ese enreverado mundo de las letras. Hablamos, del controversial escritor, Eliseo Martínez Roca (San Bernardo del Viento 1969), uno de los más importantes participantes de la convocatoria Bogotá 39.

Example

Eliseo, es un señor, un costeño con clase, un caballero super-polémico. Cuando lo conoces por primera vez, no dejas de encantarte con su permanente sonrisa en los labios, su inalterable onda positiva que te llena y te acaricia con gusto. Digamóslo claramente: Eliseo, -al igual que el gran Andrés Lopez- es un bacán, una de esas personalidades con las que se puede contar ¨pa` las que sea¨. Creo – y la historia sin duda me dará la razón- que Eliseo completa una trinidad generacional junto con Efraín Medina y Mario Mendoza, trinidad que será conocida en el futuro cercano como el Neo-boom colombiano.

Sin embargo la gran prensa y la mala crítica –Esa mala crítica en la que también se mueven los detractores de un servidor- no ha sabido valorar su grandeza ni su calidad. Eliseo cordialmente nos concedió está entrevista, en la que brevemente recapitula los momentos cumbre de su vida y su obra.

Siempre quisiste ser escritor?

Siempre lo soñé, siempre lo imaginé, si bien tuve y sigo teniendo otras pasiones como la pintura y el punk. Pero necesitaba expresarme en papel, expresar mis emociones mis demonios, exorcisarlos y de cierta forma llevarlos al público.

Es cierto que comenzaste escribiendo versos ?

Jaja, bueno, soy malo para la poesía. Todavía escribo, la mayoría son muy malos pero me gusta este:

Esa Mujer vencida

Alienada en suspiros, desterrada

En tus senos mi destino

Y en tu sexo,

Mi veneno, chupando

Espadas de carne,

Uteros rigurosos

Sentir tus quejidos sinceros

Y la rabia de mis uñas

En tus ìdolos de hueso


Eliseo, déjame decirte que me parece excelente, al mejor estilo de un Ruben Darío o de un Neruda. Cuéntanos Eliseo ; que tan importante fue tu familia al inicio de tu carrera como escritor?

Mi vida en familia fue definitiva para encontrar una vocación. Recuerdo a mi
Abuela contando historias a sus nietos (somos una familia numerosa), historias
Curiosas y llenas de sabor a mar, el resto de mi familia era igual de peculiar:
tías solteronas que comían tierra y tejían mortajas para los vecinos, un abuelo
ex militar que me hablaba de sus experiencias en la guerra de corea, y mi
padre que era telegrafista y poeta…


Buena parte de los relatos que conforman Pescando en Marea Negra (1992) y
La Borrasca (1994) su primera novela, están marcados por este mundo
familiar que resulta inexplicable para las gentes del interior, pero que es muy
común en la gente de la costa colombiana; un mundo colorido y maravilloso.

De hecho el pueblo de Yerbamar en La Borrasca, no es algo así como una transposición poética del San Bernardo Del Viento de tu niñez?

O si… de hecho si, es como una amalgama de San Bernardo y de Cartagena.
No sabes la fuerza poética que tienen en mi los recuerdos del mar y mi
añorada casa..

Iniciaste carrera de Abogado, luego diseñador industrial y finalmente en literatura. A mediados de los 90´s marchas al extranjero pare seguir con tus estudios de Maestría en Barcelona… b>

Me marche de Colombia por la situación del país, también por que necesitaba establecer una ruptura entra el mundo pasado y mi presente de aquel entonces. Si quieres también lo puedes entender como una ruptura entra la poética del pasado y la poética del presente. Barcelona era como el retorno a Itaca de un Odiseo sin Penélope, pero que en fín se alegraba de encontrar a su viejo Argos.

Es precisamente de esta ruptura, que surgen sus siguientes novelas: Ella
Meaba en Atocha (1997) y los Detectives Suicidas (2002) obras obsesivas y
profundas, donde lo erótico y lo urbano se mezclan de manera desenfrenada.
En ella meaba en Atocha, nos cuenta de forma magistral la historia de Eliana, prostituta colombiana que redime a Carlos, poeta-mendigo, que recuerda con nostalgia sus horas felices en la España rockera y artística de los 80´s. Al mejor estilo de Almodovar, Eliana y Carlos se sumergen en el aprendizaje de sus sentidos y recuerdos.

Por su parte, los detectives suicidas, es un thriller maravilloso, donde un ex policía morfinómano, se enfrenta a la poderosa Opus Dei, la cual encubre documentos secretos del franquismo y luego de un fantástico giro, nos encontramos con la historia de los templarios y el peregrinaje final de Cristo a Europa.

Al regresar a Colombia en 2001, te enfrentaste a un choque cultural y político interesantísimo. Según nos cuentas, todo había cambiado, hasta el olor de las mujeres…

Necesitaba regresar a Colombia, para continuar mi obra. Odiseo es un eterno navegante y descubrió que su hogar estaba en el mar. Quería reencontrame con viejos amigos como Efra (Medina) y Laura Restrepo. Conseguí vincularme a la revista Número y –extrañamente- a la universidad Javeriana. Además pude descubrir la selva…

El Tucal publicada por Seix Barral en 2005 es una novela sobre el amazonas, sorprende a la industria editorial en lengua española, que la cataloga como la Voragine del siglo XXI e incluso llegan a mencionar a Conrad.

Example

Cómo fue tu descubrimiento de la selva?

Adentrarme en los caminos insondables del amazonas fue como un golpe a mis valores de civilización y racionalismo. Caminar por las tierras del Jaguar y la Anaconda, enredarme en las Ceibas imperecederas, ver al pirarocú y al bufeo, mordiendo mis entrañas y finalmente encontrar a la tribu perdida de los Atucpamari, en la oscuridad de la amazonía colombo-peruano-brasileña… todo fue muy interesante para mí. Sabes, el Yahe es como un néctar de la limpieza mental, donde te encuentras como en un desdoblamiento del espejo.

wow! Espectacular lo que me cuentas. No nos puedes hablar de tu próximo proyecto?

Primero puedo decirte que ya casí no tengo nada que aprender sobre el oficio de escritor. Actualmente me encuentro escribiendo escribiendo algo nuevo, algo grande. Se llama 2027, es cyberpunk, hay un profesor de Milán que dicta clases sobre la obra de Bodor (sabes que las teorías estéticas de Bodor son como la cumbre de la filosofía moderna?) hay mucho sexo, viajes a Nepal para encontrar el misticismo del Ch´aan, largas caminatas por las estepas del Asia central, la relación entre los Mayas y una civilización extraterrestre… Creo que es lo mejor que he escrito hasta el momento.

y además tienes otros proyectos: una banda de Punk, una exposición de tus pinturas en el Mambo... por cierto me encantó tu conmovedor articulo en Soho, sobre el nacimiento de tu hija Eliana…

Tengo una banda de Punk, los escrotogalvanizadores, algo así como una mezcla entre Ramones y Green Day. Por cierto oíste la versión de Working Class hero? Billy Joe Armstrong es el John lennon de nuestra época, junto a Bono.También me gustaría tocar con Efra, en este momento lo estamos discutiendo, algo bien tropipunk (ja ja ja). Y si, mi articulo en Soho fue toda una confesión: Eliana es mi verdadera Itaca

3.23.2007

Desde el VIP


Había comprado la boleta unos quince días antes, la noche de un jueves en el Tower Records del Centro Andino. Haciendo la fila me topé con el Dr. Barbarie, él iba a averiguar por la del concierto de Roger Waters y terminó acompañándome mientras charlamos un poco de las pendejadas que siempre hemos hablado cuando nos encontramos, osea, política y religión. También hablamos de metal, me recomendó una banda de la que ya no recuerdo el nombre.

Así que ayer, 22 de marzo, estaba ansioso por salir de mi oficina lo más temprano posible. Tomé el Transmilenio, que pasó bajo unos tres aguaceros; al bajarme ya había escampado, pero el aire estaba húmedo y pesado. Caminé hasta la 30, esperando la confirmación de Nina de que llegaba a la 30 con 63, donde habíamos quedado. La esperé un rato en un paradero de bus, mientras fumaba un cigarrillo que me sabia a mierda. L´enfant me llamó a decirme que fuera a donde estaba, ya haciendo fila para entrar. Nina me llama ya llegando, la espero mientras un tipo moreno me ofrece drogas. Cuando llega Nina y Manson, y mientras buscamos a L´enfant, nos encontramos al Chacal, quien me presenta a Ángela, pero hablamos poco. Nina señala a Toxikrosa, lo saludo y nos ofrece dejarnos colar en su puesto. L´enfant estaba más atrás, entonces volvemos a donde Toxikrosa y hacemos la fila. Comienzan a caer las primeras gotas de lluvia.

Creo que nunca blasfemé tanto en mi vida, y con tanta tranquilidad. Caía un aguacero que me mojó hasta los interiores. Literalmente. La requisa fue bastante ágil y me arrepentí de no haber comprado cigarrillos ni haber traído paraguas o cámara fotográfica, por temor a que no me dejaran entrar. Cuando, finalmente escampamos, estaba completamente empapado y comenzaba a temblar del frío. Manson compra cigarrillos, lo cual fue una verdadera estafa, y una lata de Red Bull. La guardo en un bolsillo, escurro el agua de la chaqueta y la hatta y las sostengo en la mano el resto de la noche. La gente comenzó a agruparse y presionar hacia el escenario, un tipo algo grueso intentó pasar por entre nosotros, para hacerse adelante. Le bloqueo el paso con mi brazo – por favor me deja pasar? – le hago una mirada amenazante, apretando la mandíbula, que funciona bastante bien con los indigentes. El tipo desiste. Se apagan las luces.

Pornomotora comenzó a tocar poco después de las 18. Al parecer, a muchas niñas bonitas se les olvidaba que era un concierto de rock y no una fiesta de la Sala, y cuando un adolescente con varios pearcings en el rostro comenzó a empujar hacia el escenario, saltando y cantando algunas de las canciones, una mujer de pelo castaño claro lo miró con gesto de desprecio. El que sienten hacia los demás los que se creen seres superiores. A mi me molestó y lo mire y el chico se excusó – ahhh es que están empujando... – Cuando terminó el show, según Maria Paula, los de Pornomotora se fueron al publico a ver el concierto de Placebo. No me consta pero si me parece ver visto a Mauricio, uno de los guitarristas, pero no se me ocurrió que pudiera ser él.

Mientras los de sonido de Placebo conectaban los instrumentos y hacían las pruebas finales, la gente se agolpaba cada vez mas. Deseé haber comprado la boleta de preferencial, estar cómodamente sentado y no parado en un piso irregular lleno de pedazos de la revista Rolling Stone, mareado por el olor de la marihuana y con la ropa húmeda en la mano. Hacia las 2000 terminan las pruebas, se apagan las luces y sale Placebo al escenario.

Y dios hizo el caos.

Creo que durante las dos primeras canciones me mantuve de pie intentando defender a Nina y a mi mismo de la masa que se agolpaba hacia la tarima y la consecuente reacción. En esas, Manson perdió la chaqueta que también se había quitado porque estaba mojada. Creo que el esfuerzo provocó un desgarro en mi brazo derecho, nada grave, pero que si me molestó el resto de la noche. Algunas adolescentes eran sacadas desmayadas. En Drag la masa ya se había aplacado, finalmente nos había desplazado unos dos metros al sur y uno hacia el este. Tomamos distancia del que estaba frente a nosotros y me di cuenta que estaba a un paso de Germancho, pero él lo notó terminado el concierto. Tal vez antes.

El resto del concierto lo pasé entre el éxtasis y la punzada del conflicto. Sin duda Placebo es un grupo impresionante en el escenario, es un espectáculo de rock a la antigua usanza. Stefan Oldsal, el bajista, gesticulaba, lanzaba miradas, hacia los coros y arrojaba cigarrillos a medio fumar al publico, mientras Brian Molko, guitarrista y cantante, hablaba al publico, hacia chistes, cambiaba su impresionante arsenal de guitarras y las hacia chillar con el clásico efecto inventado por el mismísimo Hendrix. No recuerdo en que canción soltó la guitarra, encendió un cigarrillo y cantó, recordándome al Nick Cave de Der Himmer über Berlin. Hacia el final contó que el baterista, Steve Hewitt, estaba de cumpleaños y el publico improvisó un desafinado Happy birthday. Poco después hizo la clásica despedida provisional, arrojando la guitarra al publico (que poco después es recuperada por los de sonido) para volver a tocar tres temas mas, el penúltimo, Taste in men, alargado por los solos de guitarra y los efectos frente a los amplificadores. Terminan, después de 20 Years, dejando una sensación de alegría melancólica. Nina lloró desconsolada la mitad del concierto.

Encendidas las luces charlamos un poco con Germancho. Lo invitamos a una cerveza y contesta que, si se anima, nos esperaba afuera. Vagamos un poco buscando la chaqueta de Manson pero fue tiempo perdido. Un policía nos pidió que saliéramos, entonces me envuelvo en el cuello la hatta húmeda y salimos al frío. La cerveza la dejamos para el día siguiente.

Fotos
de Silvia Bustamante y de Ricardo Abdahllah.

3.13.2007

Un 11 de marzo cualquiera


Había tenido un mal presentimiento de cómo iba a terminar la cosa. Sin embargo era optimista, y teniendo en cuenta que el alcalde no había vuelto a autorizar la presencia del ESMAD (Escuadrón móvil antidisturbios) en las protestas callejeras, después de la muerte de Nicolás Neira el 1 de mayo del 2005, no esperaba que las cosas fueran a terminar mal. El director de la Policía había dado algunas vagas declaraciones donde sostenía que, posiblemente, la guerrilla intentara sabotear la visita de Bush, pero me sonó mas como a intento de intimidar a los posibles manifestantes y amedrentar, él mismo, la protesta social. O tal vez fuera cierto, pero para ser honesto nunca creí en la fuerza publica.

La cuestión es que, al tratarse de la visita de un jefe de estado, la seguridad de la ciudad no estaba en manos del alcalde, y el señor presidente, sin contemplación alguna, ordenó la utilización de las fuerzas del ESMAD, con toda la rigurosidad posible. Pero supe esto al llegar a una cuadra al norte del Planetario, acompañado de unos veinte libertarios, llevando un par de pancartas y unas tamboras, para hacer ruido. Nos cubrimos el rostro con mascaras, por aquello de las cámaras que hay por toda la carrera 7ª, y avanzamos un poco hacia el sur, para ponernos a la retaguardia de la marcha. Un par de punkeros rompían ladrillos contra el piso, y los trozos los guardaban en sus maletas. Adelante, la policía ya estaba provocando a los manifestantes. Sentí la eléctrica tensión que precede al conflicto.

Maria dice que nos unamos a los músicos de Skartel, que tocaban tambores frente al Planetario. Al pasar por detrás de la recepción del edificio del banco Tequendama un grupo huía ante la arremetida de la policía entonces retrocedimos un poco. Saqué el móvil y llamé a Lar, para decirle que se devolviera a su casa y que me llamara en tres horas, a ver como había terminado todo. Un tipo me da un palo de dos metros de largo, delgado y con algunas puntillas sobresaliendo, al parecer arrancado a alguna pancarta, y me dice- para que se defienda. Avanzamos nuevamente, mientras un policía amedrentaba a unas muchachas con la macana, y nos paramos a gritar arengas a unos 10 metros de la barrera hecha por los escudos y los hombres del ESMAD. Llega la tanqueta y dispara un chorro de agua, que me alcanza a mojar un poco. La gente se retira pero vuelve a avanzar, antes de huir en desbandada ante los gases lacrimógenos, disparados contra el cuerpo de algunos manifestantes y no al aire como indica el manual. Nos dispersamos.

Maria nos había dado instrucciones de que, en caso de dispersión, el punto de encuentro era el parque de Teusaquillo. Pero el gas nos hizo correr hacia la Macarena. Le doy la vuelta a la Plaza de Toros, ahogado y llorando por efecto del gas, subo unas escaleras y me encuentro con una pareja de rastas que también huían. Decidimos quedarnos juntos, y cuando la policía fue avanzando, caminamos por entre las Torres del Parque buscando una salida que no diera a la 4ª, donde presentíamos que ya estaba el ESMAD. Finalmente la gente se agrupó en la 4ª, caminando hacia el norte, nosotros vamos por el andén y llegamos a una tienda en una esquina y aguardamos.

El problema de la lucha callejera es, normalmente, la organización. Patente en ese caso, donde nadie lograba ponerse de acuerdo hacia donde avanzar: el ESMAD había llegado, después de una avanzada de policías motorizados, y lentamente nos estaba rodeando. Lar había llamado, ya estaba en el centro y le di mi localización. Retuve a los rastas el tiempo suficiente para que llegara Lar, bajamos por un costado de la estación de policía y llegamos a la Séptima. La retirada había dejado algunos locales destrozados, varios bancos estaban semidestruidos pero no creo que sea problema reconstruirlos con los cobros de comisiones y cuotas de manejo (la destrucción del sistema financiero siempre me ha parecido una tentadora posibilidad), los restos de una motocicleta calcinada yacían en las calle y los paraderos de bus estaban despedazados. Le hice señas a Maria para que viera que estaba bien, ella me pregunta por Peye y me pide que entre al piso y guarde algo que encontró una de sus amigas. Me entrega las llaves, les hago señas a Lar y a los rastas para que me acompañen y nos refugiáramos en el local. Al poco rato aparece la amiga de Maria, entramos al piso y aguardamos. Maria la llama y le da nombres de personas de las que han sido detenidas, mientras intenta que le entreguen a un menor de edad que encerraron en una de las tanquetas, donde seguramente lo estaban apaleando. Después, desapareció.

Miramos por la ventana mientras me termino mis cigarrillos. Una señora portaba un cartel en contra de la visita de Bush, y estaba sola frente a los policías. Detrás de ella, un graffiti en la pared de una iglesia bautista decía “falzos me cago en dios”. Después, frente a nuestras narices, un hip hopper iba esposado a un policía, el cual lo deja en libertad después de una larga y rigurosa requisa, y de que revisaran hasta los cd’s de hip hop que llevaba. Largo rato después llegan dos mujeres al piso que nos informan que Maria esta detenida. Esperamos hasta que pasan las 1500, salimos juntos hacia la Caracas, caminando rápida pero tranquilamente. En Transmilenio nos despedimos de los rastas, a la amiga de Maria la acompañamos hasta Teusaquillo y con Lar tomamos el mismo bus a casa. Un camión de la policía pasó antes de subirnos al bus y nos miran con curiosidad.

Desastrosa jornada.

Fotos tomadas de Indymedia Colombia

2.02.2007

El Pasado Judicial es una farsa

Luego de una discusión con un respetado blogger, algún indignado enano decidió escribir a la Casa Editorial en la cual estaba invitado que estaba utilizando la imagen de la empresa para armar gresca. La verdad es que el enano no estaba tan lejos de la verdad y no fue difícil quedar al descubierto con los administradores del servidor de blogs de esta Casa Editorial. Así que sólo bastó una entrada, tíldada por la mayoría como mediocre, mal escrita y pretenciosa, para ser retirado ipso facto del proyecto. Cualquier persona en su sano juicio consideraría sus actos y entraría en una etapa de instrospección absoluta que le haría cambiar, para su bien. Para Addiction Kerberos, en cambio, fue como si con la decisión le hubieran dado la bendición; como si esta fuera su gran puerta triunfal, que le diera la bienvenida al mundo del periodismo: hey tú, pequeña cosa, parece que finalmente has demostrado tu punto.

Luego que el tío me dijera que necesitaba del pasado judicial para ponerme a hacer cualquier cosa, en la cocina o en los baños, averigüé el télefono del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), hice mi respectiva investigación por la red y traté de recordar el sitio exacto que hace poco había salido en las noticias sobre empresas clandestinas que te aseguraban la cita a sólo 5 mil pesos. Sabía que era en la 100. Bueno, la verdad no era tan difícil llegar allí. O sólo una llamada a Coe, la traficante de VISAS americanas, seguro ella sabría dar respuesta. Pero quise hacer las cosas un poco menos a-la colombiana, por eso de no ser tan Zipa, y me levanté al otro día muy temprano a las 7 de la mañana a hacer la famosa llamada de la cita para el Pasado Judicial.

-En este momento no tenemos disponibilidad para atender su llamada. Gracias.


Llevaba una hora marcando, dos cafés encima, el pelo enmarañado y un aliento a demonios -pues de la cama había ido directo al teléfono y era tanta mi insistencia que ni para el baño me había despegado del teléfono-. Cada vez el repiqueteo era más desesperanzador y cuando finalmente parecía haber dado con una operadora -dios es máquina- el tono chillón de la puta del mensaje se hacía cada vez más desesperante. Llegué a odiar a esa perra, sobre todo en el instante en que cortante cerraba con el agrio GRACIAS. Gracias por qué hija de puta? por darle de qué comer al holgazán de marido que tenés y darle estudio a esos pillos de hijos que tienes, que sólo tienen en los oídos ese asqueroso reggaetón? Traté de desentenderme del asunto y llamar otro día, pero entonces venía a mí la imagen de la golfa del contestador, de sus hijos con pinta de Daddy Yankee, del marido, un enano con cara de maricón reprimido -tipo Patton- y pensaba: no, no hoy, no te dejaré tránquila perra hasta que me consigas un cupo. Dejar de insistir era darme por vencido, era dejar a la golfa ganar, era hacer reír al enano de Patton, era ir y hacer las cosas a la manera colombiana, al modo Zipa, y entonces, qué me diferenciaría de él? Llamé a la línea de información del DAS y pregunté si era posible conseguir de alguna manera legal la cita. La señora, otra voz de guisa, contestó molesta que los trabajadores del DAS no tenían nada que ver con lo que salía en noticias, que debería tener paciencia e insistir llamando. Le respondí que llevaba bastante rato insistiendo. "Haber señor, en este momento hay 12.000 personas llamando por minuto, pero insista que seguro lo atienden" Suspiré y ella volvió a decir: "escuche bien las noticias" Acto seguido colgó. Pensé: 12 mil desgraciados por minuto, llamando e insistiendo para un chance para tener trabajo, cuántos desgraciados dan por día, cuántos desgraciados por mes y cuántos por año. Cuántos realmente llegarían a los puestos de trabajo? Mierda de sistema, no hay trabajo y mucho menos posibilidades de acceder a él.

Finalmente conseguí la famosa cita, a eso de las 9:30, tras dos horas y media compulsivas y frenéticas, en las que parecía pelear contra una fuerza invisible pero que yo tenía muy clara, la imagen de esa perra guisa del contestador y de sus vándalos hijos y su estúpido marido. Dios gracias, por fin la puta cita. Era para el día siguiente, a las 10:15.

El día pasó sin mayor contratiempo, sin pensar mucho en el asunto. Por la noche la cosa no fue tan lígera. Ya había apagado la luz y recordé la cita temprano. Me dije: te levantas temprano y sales de esa mierdita rápido. Los pensamientos empezaron a hilarse por su cuenta propia en ese instante. De repente el nombre Pasado Judicial adquiría un sentido concreto, muy preciso. Si una cosa era cierta era que no siempre había sido un buen chico. Y un pensamiento empezó a tornarse cada vez más amenazador: qué tal si mañana no salgo del DAS? Así que empecé a cavilar en cuántos embrollos me había metido, en cuántos líos no tendría con la justicia. Cuáles serían los cargos que ellos tendrían en mi contra:

-posesión de drogas
- coartar el principio de libertad de expresión (libertad de proferir estúpideces) y libertad de prensa
- amenazas terroristas e intimidación contra bloggers
-calumnias al buen nombre
-corrupción de menores
- escándalos públicos
- desconocer los derechos de los animales
- Intolerancia
- Proferir panfletos subversivos
- Insultar líderes religiosos
- enriquecimiento (o empobrecimiento) ilícito
- Trata de blancas, negras e indígenas
- Prostitución intelectual
- Alta traición
- Formación de grupos delincuenciales

La lista cada vez se hacía más extensa en mi memoria. No prendía el televisor, que me hubiera alivianado de tinieblas, por temor a levantar a mi hija o a mi mujer. Temía defraudarlas, que Y* le preguntara a V sobre su padre y ella le respondiera: él salió a reclamar el pasado judicial y no volvió. Sudaba de físico miedo y creo que un instante solté un suspiro de puro dolor 100%. Así que me levanté y fui por un vaso de agua a la cocina. Cuando V se levantó me encontró envuelto en sudor frío, temblando y lleno de fiebre, delirando. Me preguntó qué pasaba así que le tuve que responder con franqueza: No sé si mañana salga limpio de esa vuelta en el DAS. Ella, confundida, replicó: cómo que limpio? qué pasa? Acaso qué mierda vas hacer mañana en el DAS además de sacar un estúpido papel? Le expliqué que tenía cuentas pendientes con la justicia colombiana y la remonté a unos 10 años atrás, le describí el modo como había agredido a un testigo de Jehová.

Mi padre me enseñaba a montar moto en el vecindario de mi nona. Dimos la vuelta a la manzana, sin ninguna complicación aparente, yo iba llevando la moto límpiamente, en primera. Podía sentir el liviano aire en mi cara y mi padre me apoyaba dándome pequeñas palmadas tiernas en el hombro . Ya íbamos llegando a la casa de mi nona. Mis tíos habían salido a apreciar el modo delicado en que llevaba la moto. Todos habían salido para apreciar que el chico había aprendido a montar moto. Al frente de la casa mi padre me ordena que frene. Yo voy concentrado en apreciar el panorama tan hermoso de ver a toda la familia reúnida, orgullosa de mi buen manejo. Mi padre vuelve a ordenar frenar. Yo aterrizo y me percato que hasta ese entonces no me había entrado en la cabeza la posibilidad de frenar. Acaso esta mierda no frena sola? Mi padre grita que frene. La casa cada vez está más cerca. Trato de frenar pero hago todo lo contrario. Acelero desmesuradamente. Mi padre, por la propulsión, pierde el agarre que tenía en mí y cae atrás. Siento que ha caído. Ahora yo estoy solo en esa puta moto. La casa se acerca cada vez más. Mi nona me mira con un rostro aterrador. No sé si está llorando. Cambio la dirección de la moto y me dirijo al empedrado de casa de Rigo. Las piedras ahora están casi en las llantas. Cierro los ojos y dejo que suceda. A los pocos segundos me incorporo y veo si estos sangrando o no tengo un dedo. Como la vez que una chica se accidentó en la esquina de la casa de mi nona y siguió derecho. Nosotros seguimos jugando con los muchachos. Al instante yo veo algo raro sobre los arbustos del pino en que se accidentó la chica: un dedo. Estoy ileso. No me duele nada. Volteo a ver. Creo que he matado a mi padre. Mi padre, aún sentado en la acera. Llora. Pero llora de la risa. Toda la situación le ha parecido tan divertida. Él, sentado en el suelo; yo, sobre las piedras; toda la familia reúnida al frente de la casa de mi nona, pálidos del miedo: y afortunadamente todos ilesos. Bueno, yo fui el único medio perjudicado. A los pocos minutos la mano derecha se me empezó a inflar como un globo. No la sentía. Pero era un simple tronchón. Así que a los dos días me llevaron a donde un testigo de Jehová que masajeaba. Apenas me puso una mano sobre el globo le grité: HIJODEPUTA. El tipo se negó a seguir sobándome. Luego le comentaría a mi padre que de no haber sido por mi corta edad, me hubiera puesto un cachetadón en la cara. Yo le dije a mi padre que prefería un cachetadón a que me jodieran la puta mano.

Luego de narrarle la historia, V se tranquilizó, me alcanzó otro vaso de agua y con una risa me dijo: bobo, por eso a nadie apresan. Ahora ven a dormir que mañana tienes que madrugar para sacar esa mierda.

Quise ir a las 7 de la mañana, a hacer cola, pero por el trasnocho me levanté a las 8. Tomé un taxi y fui hablando animosamente con el tío del taxi. Al llegar pregunté si había mucha cola y el tipo de seguridad me dijo que podía entrar a las 10 si mi cita era a las 10:15. Me di cuenta que no llevaba fotos. Pero ya la mayor parte del dinero lo había gastado en el taxi y sólo me quedaba un poco para luego de pagar esa mierda de pasado judicial. Un tío al frente del DAS grita: FOTOS, FOTOS. Me toma una foto un tipo con aspecto de topo, tan pequeño que mi cara queda en contrapicado. Al principio, puse un poco de resistencia por quedar tan contrapicado. Al ver el resultado de la foto, me encantó, tenía un toque Citizen Kane que me daba un aspecto realmente interesante. Ya iba a imprimir la foto cuando me dijo que eran siete changos. Le dije: No Way, amigo, no tengo siete changos ni cagando. Traté de negociar pero el resultado fue que borrara mi cara Kane al frente mío, sin muestra de compasión alguna. Así que caminé unas dos casas más y encontré un mejor sitio de fotografías. Tampoco me alcanzaba el dinero y traté de negociar con el tío. Finalmente le dije: mire, tengo esto: esta parte es para el pasado judicial de mierda ése y esto es lo que me queda, bueno y réstele un chango que es para mi bus. Así que el tipo que estaba atrás me miraba orgulloso y me dijo: ok, déjeselo al muchacho en eso. Me tomó la foto y cuándo me entregó el resultado me dijo: tiene que hablar así en el DAS y verá que sale de eso en menos de nada. Me sonrojé pensando en cómo había hablado. Pero seguramente al tipo le gustó mucho mi sinceridad acerca del dinero y no que me hubiera puesto avergonzado por estar tan pelele.


En la fila las piernas parecían que me hubieran subido de peso de repente. Casi me caigo. Me agarró un tipo que venía del Casanare y me dijo: tránquilo amigo, esto es de lo más rutinario. Como del susto no entendía las preguntas del cartoncito que nos dieron, me tocó consultarle más de una vez. -En el espacio de ocupación qué pongo: desempleado o periodista? El tipo, con un aire sereno, me dijo: pierda cuidado chaval que esto lo hacen es como para que uno ejercite la mano, realmente son preguntas sin la menor importancia. Dejé el espacio de "señas particulares" en blanco, no sabiendo qué contestar. Al frente de nosotros había un tipo que se había cargado hasta el pegante. El señor de Casanare le pidió un poco y yo luego, aprovechando el desordén, le pedí otro poco para poner mi foto. Ahora no sabía qué foto poner, si la grande o la chica. Un muchacho atrás mío, que luego supe se llamaba Edwin, me dijo: la chiquita, es la chiquita, igual, las grandes la recortan. Así llegué hasta la ventanilla. Temblando, muerto del susto, le pasé los papeles a la señorita. Ella los revisó, como viendo la trampa y me hizo cancelar el valor de la mierda de pasado judicial. Le pasé el dinero al tipo, aún temblando. Nos hicieron esperar un rato y yo aproveché para amistar con el tipo de Casanare, con Edwin y con el tipo del pegante. Bromeamos un rato, hablamos del precio tan descarado del pasado judicial y hasta le echamos piropos a una morenita que estaba al frente de nosotros. La verdad es que no esperé pasarla tan sabroso en el DAS esta mañana. Finalmente me llamaron para poner la huella, me hicieron esperar un minuto más y me dieron esa mierda. A la salida me sentí un poco melancólico por los amigos que había hecho. Esperé un poco, tomando aire. Vi a lo lejos al tipo de Casanare y lo saludé. Él hizo una señal con el brazo de que fuera hasta allá. Al alcanzarlo le pregunté qué hubier pasado si me hubieran encontrado deudas con la justicia. Me contó que el año pasado a unos muchachos que estaban con él les habían encontrado problemas. Así que tuvieron que hacer de nuevo otra fila y revisar un morro de expedientes. Agradecí que no me hubieran encontrado nada malo, que el enano Patton no me hubiera denunciado o que el madrazo proferido al testigo de Jehová fuera algo más concerniente a la justicia divina que a la justicia colombiana.

El pasado judicial es una farsa. Debe haber algo terriblemente retorcido en el sistema como para que un tipo como yo pueda tramitarlo sin problema alguno. Para que su trámite sea una vuelta sabrosa y no un requisito de rigor que te haga valorar tu verdadero papel en la justicia del país. Seguramente sería mejor hacer del pasado judicial un juicio valorativo individual en el cual cada persona voluntariamente dé cuenta de sus deudas con la justicia. Seguro que de haber sido de esta forma yo me hubiera condenado. Hubiera aceptado sin reparo alguno mi cuota de culpabilidad en esta sociedad tan jodida. En el papel reza: no tiene asuntos pendientes con las autoridades judiciales. Ahora creo que debe venir mi contraparte y cobrar los asuntos pendientes que tienen esas autoridades conmigo.



1.15.2007

Inferno (part. II)

Esta historia bien podría contarse del modo “a un amigo de un amigo le paso...”, y convertirla en otra de tantas leyendas urbanas en esta ciudad inútil gobernada por idiotas. Y, asimismo, podría concluirla diciendo “ya sabes, esas cosas pasan” encadenándola a alguna moraleja de tipo moral o, por lo menos, legal. A mi me aterró porque es un ejemplo exponencial de la ley de Murphy. Dispensarán si ofendo susceptibilidades.
Pasó hace unos 4 o 5 años, no estoy seguro. La protagoniza Mac, un sudafricano alto y robusto pero que tenía aspecto de aborigen australiano. Llevaba viviendo en Colombia unos cuantos meses y se mantenía gracias al tráfico de drogas entre los extranjeros que vienen a la ciudad buscando, justamente, eso. El tipo era buena gente, cuando nos veíamos me saludaba y charlábamos un poco, del clima, de mujeres, de la vida nocturna, y un par de noches me invitó unos cuantos tragos de tequila, para matizar el consumo de ese brebaje asqueroso y vomitivo que acá venden como cerveza.
Una tarde llegué al bar de Luis, lugar que frecuentaba en esa época y al cual iba Mac ocasionalmente. Era sábado, la zona se ve un poco vacía a esas horas de la tarde y, aunque era un día soleado, corría un viento helado. Luis me dice - marica, pilláte que a Mac lo esta buscando la Policía” – mucho pendejo, se dejó pillar - le dije, creyendo yo que lo perseguían gracias al tráfico - No pana, porque se le murieron dos viejas en el apartamento!.
No le di crédito. Luis a veces exageraba las historias, las propias y las de los demás, le añadía su toque de dramatismo y mala leche, y aunque decir que dos viejas habían muerto no parecía una exageración, pensé que lo hacía. El resto del día paso sin mayores novedades. Unos cuantos días después, mientras me fumaba un cigarrillo en la entrada de una panadería, ojeé el periódico que estaba colgado de la puerta. El titular decía, ya sabrán a que periódico me refiero, “Sexo, Vudú y Muerte”. El titular me causo curiosidad entonces lo pedí prestado para leerlo. Era la historia de Mac, agrandada y matizada por el amarillista periódico.
El jueves anterior Mac se topó con dos viejas, entre los 19 y 23 años, que andaban buscando drogas a bajo precio. Seguramente él pensó “a estas viejas me las puedo llevar al apartamento, les doy cocaína y alcohol y puede que termine follándomelas”. Tal vez así fue, bueno, no se si terminó follándoselas, el hecho es que, probablemente, al despertarse al otro día en medio de una resaca espantosa, estaba acostado al lado de dos mujeres muertas.

Según me cuenta Luis, en la tarde del viernes Mac estaba buscando dinero prestado afanosamente. Luis no le prestó, aunque le causó curiosidad el afán de Mac, un tipo normalmente muy tranquilo. Al parecer logró conseguirlo porque huyo de la ciudad y, tal vez, él mismo dio aviso a la Policía para que recogieran los cuerpos.
Nunca me expliqué de donde sacó el periódico ese la información de que Mac era jamaiquino, y no entendí que tenía que ver el vudú en todo eso. Según un conocido de un conocido, lo último que se supo es que estaba en Brasil. Traficando drogas.